jueves, 11 de febrero de 2016

Sentir...




Abre la puerta, no digas nada, deja que entre el sol.
Deja de lado los contratiempos, tanta fatalidad.
Porque creo en ti cada mañana.
Aunque a veces tú no creas nada.

Abre tus alas al pensamiento y déjate llevar.
Vive y disfruta cada momento con toda intensidad.
Porque creo en ti cada mañana
Aunque a veces tú no creas nada.

Sentir que aún queda tiempo para intentarlo
para cambiar tu destino.
Y tú, que vives tan ajeno nunca ves más allá
de un duro y largo invierno.

Abre tus ojos a otras miradas anchas como la mar.
Rompe silencios y barricadas, cambia la realidad.
Porque creo en ti cada mañana
aunque a veces tú no creas nada.

Sentir que aún queda tiempo para intentarlo
para cambiar tu destino...

Es en estos momentos Señor, cuando en la soledad de la noche que comienza, me gusta escucharte en el silencio del día que se recoge para el tan merecido descanso.
Ahí estás, no me fallas nunca, con tu palabra de ánimo que me invita a seguir caminando  a pesar del cansancio; con tu voz suave que me susurra al oído "tú puedes, inténtalo otra vez, sigue adelante"; con tu mirada tierna que me transmite esperanza, alegría, vitalidad, confianza. 
Ahí estás, siempre te haces presente, a veces de la manera más inesperada: una sonrisa, un gesto, una frase, un libro, una imagen ... una canción.
Ahí estás, siempre apareces, y cada vez me envuelves con tu amor, con tu comprensión, ... y me anonadas, y me vuelves a Ti, y me centras de nuevo.
Ahí estás y te percibo, te siento, te vivo.
Ahí estás porque en realidad... nunca te has ido.


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