sábado, 27 de enero de 2024

UN DÍA CUALQUIERA...



...aparece esbozado este dibujo en la pizarra magnética donde yo bajo a dar clase de lengua... se me ocurre añadir la ramita de olivo con la frase: ¡Gracias, has inspirado mi día!

Ciertamente, a veces no hacen falta grandes cosas: un dibujo, una sonrisa, una palabra amable, un gesto... nos pueden inspirar el día.

Hoy es 27 de enero, en nada se celebra la Jornada Mundial de la Paz.  ¿Paz? ¿Podemos hablar de paz en este momento histórico? 

Miremos a nuestro alrededor y pensemos como podemos fomentarla en nuestro entorno más cercano. Con eso sería suficiente (a mi más humilde entender).

domingo, 17 de julio de 2022

 ...RECALCULANDO LA RUTA

Hace unos años, empecé a escribir una nueva entrada que llevaba por título... "Recalculando ruta".  Luego, por circunstancias que no vienen al caso ahora, dejé de escribir y también de publicar.

La entrada empezaba así: "¿Cómo puedo seguir mejorando mi práctica docente? ¿Por qué es necesario el aprendizaje continuo? ¿Para qué la competencia digital docente?... Estas y otra preguntas vienen cada día a mi mente, vuelven una y otra vez  cuando interactúo con mi entorno profesional, alumnos, profesores, familias... De la reflexión sobre mi propia práctica docente."

Y ahí sigo, no os creáis.... Esto fue escrito en el 2020, estamos a julio de 2022. Las preguntas son las mismas.... recurrentes cada año que pasa.

Y es que, creo que en educación, actualmente, estamos ante un gran reto. Recientemente se ha aprobado nueva ley educativa. Ahora le toca el turno a la LOMLOE. Hay cambios sustanciales y ¿por qué no decirlo? me gusta la filosofía de fondo al margen de ideologías políticas: protagonismo del alumno, trabajo por proyectos, evaluación por competencias, perfil de salida del alumno, saberes básicos, pensamiento crítico y creativo, ...competencia digital docente... son algunas de las semillas que se han sembrado en el "humus" de la letra del documento oficial. Me surge la pregunta ¿conseguirá germinar? y si germina ¿dará su fruto?

Personalmente, mi deseo profundo es que así sea. Creo en la profesión docente, en la profesionalidad de cada uno de mis compañeros y compañeras, maestros/as y profesores/as, en las ganas de avanzar y de dar lo mejor de uno/a mismo/a para poder ayudar a otros a descubrir sus talentos y ponerlos al servicio de la sociedad.

"...recalculando ruta"... si, lo considero un recalcular no con la intención de girar y cambiar de sentido mirando al pasado, sino todo lo contrario. Recalcular para ajustar la dirección correcta, estableciendo como destino final el futuro, con el único objetivo de que, con mi granito de arena, contribuya a formar los ciudadanos del mañana, aquellas personas que van a dirigir el país velando por su bienestar, a dictar unas leyes más justas y respetuosas, a curarnos con responsabilidad cuando estemos enfermos, a educar a nuestros menores con pasión y entrega, a mover nuestro dinero con fines éticos y mejorar la economía, a decidir la opción de la resolución de los conflictos por la vía de la paz, a trabajar por la preservación y cuidado del planeta, a encontrarnos por la calle con cualquiera y destacar por la buena educación y la cercanía, no solo respetando sino considerando al otro como amigo/a, como ser que nos complementa y nos hace crecer independientemente de su condición...

Si, reconozco que me gusta soñar... y cada vez que surge una oportunidad, por pequeña que sea, de ver lo bueno en las cosas, los acontecimientos, las personas, ... me agarro a ella... y recalculo mi ruta las veces que sea necesario. 

Desde mi vocación de maestra sigo con mi mantra personal "educar es dar oportunidades", siempre y a todo@s. Creo que la nueva ley educativa merece una reflexión en este sentido.

¡Feliz verano a tod@s!

miércoles, 25 de abril de 2018

A vida éche moi bonita... ¡se se sabe vivir!


Una y otra vez se lo he oído a mi padre cuando yo era joven... y ahora también.

Son de esos momentos en que las conversaciones pasan de lo superficial y falto de contenido, a sumergirse en lo profundo del ser: una reflexión sobre el vivir o sobrevivir.

¡Claro!, posiblemente esto solo podamos hacerlo los que ya cargamos a nuestra "espalda" unas cuantas experiencias vividas, acontecimientos personales que van dejando peso en nuestra conciencia de ser humano,  huella en nuestro corazón y en nuestro recuerdo. Experiencias de caída y puesta en pie, sentimientos de amor y amargura; encuentros y desencuentros, relaciones amistosas y otras que parecían serlo pero que, con el paso del tiempo, se convierten en la ilusión de lo que "podría haber sido" y, a pesar de todo ello... la vida sigue su curso, no se para...

¡Cuánta razón tiene mi padre! La vida es bonita, más aún, ¡muy bonita!... todo depende del color con que se mire, de la actitud con la que cada cual decida afrontarla.
No puede nublarme la hermosura de la vida  un desencuentro. Tampoco la tristeza o el desamor. Ni siquiera las pequeñas dificultades diarias, ni los roces continuados de las opiniones contrarias que día a día van colmando nuestro vaso hasta rebosarlo.
¡Si, señor! La vida es preciosa... y de eso puedo dar fe. ¡Y no llevo gafas de cristal de aumento!

Repito una vez más... y no me canso... ¡La vida es preciosa!... y la miro con mis ojos de 47 primaveras...  geniales, por otra parte.

Miro atrás y me invade un sentimiento de plenitud. No rechazo nada, no renuncio de ninguna experiencia... toda mi vida es preciosa.
¿Dificultades? ¡Bastantes! pero me han servido para crecer y ser la persona que hoy soy...
¿Ha sido un trabajo duro? ¡Mucho! pero, como dice el dicho popular "todo lo que vale la pena, cuesta". 

La obra de arte de mi vida ha sido costosa, en tiempo, esfuerzo, trabajo duro y continuo... Pero hoy, en la madurez de los "casi 50" me siento orgullosa de lo que soy, de cómo los cinceles de las relaciones han ido dando forma a mi persona; los pinceles de las pasiones  a mis sentimientos, los compases del tiempo a mi vida y la arquitectura del espacio a mi entorno.

"A vida éche moi bonita, se se sabe vivir". Esta frase que escuché tantas veces a mi padre a lo largo de los años, brota en mí sin esperarlo multitud de veces cuando camino por el parque contemplando el renacer de la naturaleza en el mes de abril o viendo caer la lluvia pausada tras el cristal en el mes de noviembre. Durante un paseo en coche atravesando el paisaje nevado de O Cebreiro en compañía de mis padres en el mes de febrero o perdiéndome en el horizonte del "finis terrae" con el amor de mi vida a mi lado en el mes de agosto.
Sencillez, naturalidad, pero, a la vez, fuerza y complejidad. Eso es la vida. Eso es mi vida. Bonita.

sábado, 10 de marzo de 2018

Hay un tiempo para todo



En el libro del Eclesiastés el autor escribe: (Qo 3,1-8)
Todo tiene su momento oportuno; 
hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
Un tiempo para nacer
y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar
y un tiempo para cosechar;
un tiempo para matar
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir
y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto
y un tiempo para saltar de gusto;
un tiempo apra esparcir piedras
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse
y un tiempo de despedirse;
un tiempo para intentar
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra
y un tiempo para la paz.

Pues bien, releyendo el fragmento me entretengo en pensar que, en el intervalo entre el nacer y el morir...
 En verdad a lo largo de nuestra vida tenemos tiempo para todo:

  • para plantar y cosechar, matar y sanar, destruir y construir, llorar y reír. 
  • Momentos de penas y también de grandes alegrías, de obstáculos y de llanuras, de abrazos y despedidas,  de intentarlo una vez más o dejarlo estar. 
  • Tiempo de retener y tiempo de dejar marchar, de rasgar y coser... ¡Pero también de bordar!. 
  • De permanecer en silencio o hablar oportunamente, de amar  u ¿odiar?. 
  • Tiempo para hacer la guerra y tiempo para construir la paz.
Y en este pensamiento mío me pregunto.... ¿y en mi vida? ¿Cómo van los tiempos? 
Y me encanta pensar que mi vida está dedicada a construir,  a hacer la vida más fácil a los demás,  a optar por plantar, por sanar, reír, abrazar, bordar, amar, ...
En todo esto pongo mi esfuerzo. Algunas veces lo consigo, otras no me canso de intentarlo.

Pero sí, mi vida está orientada hacia la puesta de sol... y en esta contemplación del atardecer me gusta recrearme en la visión de la puerta grande del cielo abierta de par en par... mIentras tanto... mi tiempo, es tiempo de amar.

jueves, 21 de septiembre de 2017

La ignorancia es atrevida; la estupidez, osada.



Una va cumpliendo años y se va encontrando en su "haber"  con los más distintos tipos de personas  y experiencias. 
Una de mis últimas experiencias vividas es haberme topado frente a frente con las consecuencias del atrevimiento de algún ignorante. Pero no sólo eso... puedo ir más allá en el colmo de los colmos... he experimentado en carne propia la osadez de la estupidez humana.
He tardado tiempo en darme cuenta y luego, en convencerme a mí misma, de que era así. En mi obsesión por  llegar al origen de los problemas para intentar explicarlos y darles una solución, en el paréntesis dentro del caer en la cuenta de la situación real e intentar encontrar una explicación lógica de le los sucesos,  he investigado y leído un poco sobre el tema y me he topado con un ensayo de Carlo Cipolla sobre la estupidez humana. Para mí ha sido un descubrimiento y, posiblemente, un filón para una posible mayor profundización. El ensayo del que hablo lleva por título "Allegro ma non troppo".
Quiero, en este post, resaltar las ideas que más han resonado en mí a la hora de leer el ensayo y que me han hecho divagar sobre el tema. 

Cipolla define el grupo de los estúpidos como: "un grupo muy poderoso, no organizado, que no se rige por ninguna ley, que no tiene jefe, ni presidente, ni estatuto, pero que consigue actuar en perfecta sintonía...", "...una de las más poderosas y oscuras fuerzas que impiden el crecimiento del bienestar y de la felicidad humana."

Según Cipolla, cinco son las leyes fundamentales de la estupidez humana:

1. Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos  estúpidos que circulan por el mundo.

Por muy alta que sea la estimación cuantitativa que uno haga de la estupidez humana, siempre quedan estúpidos de un modo repetido y recurrente debido a que:
  • Personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado se revelan después, de repente, inequívoca e irremediablemente estúpidas.
  • Día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos.
2. La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.
En la explicación de esta segunda ley, Cipolla afirma: "Tengo la firme convicción, avalada por años de observación y experimentación, de que los hombres no son iguales, de que algunos son estúpidos y otros no lo son y de que la diferencia no la determinan fuerzas o factores culturales sino los manejos biogenéticos de una inescrutable madre naturaleza".

3. (Ley de oro) Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un prejuicio.

Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones. Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad, no existe explicación -o mejor dicho- sólo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida.
Existen personas que, por sus inverosímiles acciones, no sólo causan daños a otras personas, sino también a sí mismas. Estas personas pertenecen al género de los superestúpidos.
La capacidad de hacer daño que tiene  una persona estúpida depende de dos factores principales: 
  • Factor genético: algunos individuos heredan dosis considerables del gen de la estupidez, y gracias a tal herencia pertenecen, desde su nacimiento, a la élite de su grupo.
  • Posición de poder o de autoridad que ocupa en la sociedad.
Ambos influyen sobre otras personas con una intensidad muy diferente. Algunos causan sólo prejuicios limitados. Otros pueden ocasionar daños terribles.

La pregunta que a menudo se plantean las personas razonables es cómo es posible que estas personas estúpidas lleguen a alcanzar posiciones de poder o de autoridad.

Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil entender un comportamiento estúpido. Una persona estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever cuándo, cómo y por qué una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado porque generalmente el ataque nos coge por sorpresa o porque, aún cuando tengamos conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.


4. Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas.

A veces se puede hacer en la tentación de asociarse con un individuo estúpido pero tal acción sólo puede presentar efectos desastrosos porque: está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la estupidez y porque da a la persona estúpida oportunidad de desarrollar posteriormente sus capacidades. 
Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier  circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.

5. La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.

Cuando los estúpidos entran en acción, las cosas cambian completamente. Las personas estúpidas ocasionan pérdidas a otras personas sin obtener ningún beneficio para ellas mismas. Por consiguiente, la sociedad entera se empobrece.

Estas son las cinco leyes de al estupidez según Carlo Cipolla que me dejan mucho en qué y en quién pensar. 


La ignorancia es atrevida... así empieza el post con este dicho tan conocido... pero la ignorancia tiene remedio. Generalmente el ignorante sabe que lo es y, si quiere, puede poner solución a su mal. El problema del estúpido es que no sabe que lo es... y además, ¡es osado!

¿Por qué he añadido la segunda parte a la frase? porque, como se le atribuye al mismo  Dickens: "con la estupidez y la buena digestión el hombre es capaz de hacer frente a muchas cosas" o a Schiller "contra la estupidez hasta los mismos dioses luchan en vano". 

Mi pregunta sigue siendo... ¿por qué? Cipolla nos dice también en su ensayo: "La persona inteligente sabe que es inteligente. El malvado es consciente de que es un malvado. El incauto esta penosamente imbuido del sentido de su propia candidez, pero... el estúpido, no sabe que es estúpido. Con la sonrisa en los labios, el estúpido aparecerá  de improviso para echar a perder tus planes, destruir tu paz, complicarte la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente".


Quizá yo misma pertenezco al grupo de los estúpidos y el problema es que, por la misma naturaleza estúpida nunca me daré cuenta. Mientras tanto, ... sigo divagando.



Divagaciones sobre: "Allegro ma non troppo" de Carlo María Cipolla.

domingo, 28 de mayo de 2017

Aunque el olivo olvide su aceituna...



¿Quién me iba a decir a mi que un día le encontraría una aplicación personal a esta frase del cántico de Habacuc (Ha 3, 17)?
Resulta curioso comprobar como, en momentos concretos, versículos o fragmentos de la Biblia tantas veces rezados cobran un nuevo sentido, adquieren un significado distinto, como intentando dar con una situación concreta.

Últimamente, esta frase vuelve a mí con cierta insistencia como intentando darme la respuesta a próximas decisiones que debo tomar en el rumbo de mi vida.
Y es que... ¿cómo conservar una llamada "amistad", cuando a la persona "amiga" la consideras causa de tu malestar profesional? ¿se puede salvar una cierta relación amistosa cuando te has sentido descalificada por esa persona?  Ese es mi combate interior en estos días.

Estoy de acuerdo, las dificultades profesionales se superan todas. Tardaremos más o menos ya que en ello va la estabilidad económica y también la capacidad para subsistir.... pero siempre sale el sol por algún lado... y si no es éste, será otro trabajo.

Pero las dificultades relacionales son un poco más difíciles de encajar y más, cuando una no es consciente de haber provocado esas situaciones difíciles,... cuando, de repente, se te caen encima como un jarro de agua fría no viéndolas llegar... al menos, no hasta el punto de tener que tomar una decisión drástica como es el cambio de trabajo. Mentiras no contrastadas, descalificaciones injustas, falsas afirmaciones toleradas, acusaciones directas sin conocimiento de causa, silencios acusadores... ¿sensación de impotencia? Siiiiiii!!!... Mucha!!! ... y no sólo de impotencia!!!

De verdad, ... después de pasar por momentos así,  cuando tus propios compañeros y tus superiores directos te consideran  una amenaza y una carga y no son capaces de ver todo el tiempo invertido, el trabajo realizado y los éxitos cosechados... es momento de decidir.

Y decido.

Decido MIMARME, no dejando que esas falsas acusaciones lleguen al fondo de mi corazón. Abro el paraguas y dejo que caiga el chaparrón. Protejo mi ser, mi yo profundo para que no se vea malherido.
Decido MOVERME, dar un nuevo paso. Convertir todas estas dificultades en una nueva oportunidad... ¿por qué no aspirar a algo mejor? ... y si ya es el tiempo, .... empezar a hacer realidad mi sueño... que está... pero por llegar.
Decido REINVENTARME o, al menos, poner los cimientos para que ello sea posible. Hacer algo nuevo, totalmente distinto a lo que hecho hasta ahora... si no es posible... ¡Tampoco me frustaré! Seguiré caminando.
Decido PERDONAR. Sí, y éste es mi combate interior. Quiero perdonarte, amiga, pero me has herido verdaderamente. No necesitaba palmaditas en la espalda cada vez que algo salía bien (fueron muchos momentos porque hemos conseguido grandes cosas en estos dos años), ni tampoco esas expresiones de "alabanza" por todo lo bien hecho (ahora me doy cuenta que eran superficiales), ni siquiera tu apoyo si la ocasión no lo permitía... No, necesitaba  tu pensamiento crítico,  tu contraste de información, tu objetividad, ... y esto, ... no lo he tenido. Y ahora, cuando se produce el desenlace... ¡Silencio! Como dando a entender que la causa de toda la situación generada soy yo, que todo mi proceder ha estado equivocado.

Pero... ¿sabes? me voy tranquila. He analizado una y mil veces mi responsabilidad directa en esta situación. El tiempo pone las cosas en su sitio... ¡y a las personas también!.

Con los demás, mi relación era estrictamente profesional y... no me duelen. Pero me quedas tú. Porque cada vez que veo tu olivo en mi terraza, vuelvo a pensar en ti. Hace algo menos de un año que me lo regalaste y para mí fue muy significativo por toda la simbología que le acompaña: El olivo es considerado un árbol sagrado, como sagrada considero yo una amistad, símbolo de paz, prosperidad y felicidad. Su aceituna es símbolo de bendición divina como bendición es el poder gozar de la compañía y el apoyo de una amiga; su aceite tiene propiedades reales, nutre, suaviza, impregna, permanece, conserva, brilla, es portador de luz y calor, calma y pacifica, depura y limpia... propiedades que, para mí, también tiene una  amistad verdadera sobre las personas que la disfrutan.

Pero si el árbol olvida su fruto... si el olivo olvida su aceituna... ¿en qué se convierte?

Bueno pues, ... aunque el olivo olvide su aceituna... "yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios, mi Salvador" (Ha. 3,18)... Él es el que me dice:  perdona a pesar de todo: "Perdona, hasta setenta veces siete" (Mt. 18, 22) ... 

martes, 19 de abril de 2016

(((Te quiero)))




 ¿Qué puedo esperar de mi lunes cuando éste es su comienzo?
Pues es verdad,  sólo puedo esperar de lo bueno, lo mejor o, al menos, que todo lo que está por venir esté amortiguado por el sentimiento con el que estas palabras son pronunciadas.

De una temporada a esta parte estas palabras son una constante en mi vida, las pronuncio y son pronunciadas para mí, y al escucharlas, al pronunciarlas, se apodera de mí como por encanto una sensación de felicidad que me embriaga y me anonada.
Más aún, he descubierto que cuánto más las pronuncio, más efecto hacen, más embellecen mis recuerdos, mis sentimientos, ...y también las personas…. ¡Síííí! Porque son dos palabras que en su sencillez engrandecen, dignifican, humanizan … palabras que, dichas con sinceridad proporcionan a mi vida equilibrio, armonía, serenidad…

Reflexiono un momento más, ...
... me he despertado con un  (((Te quiero))) que no es un “te quiero” cualquiera. ¡No!. 
No tiene nada que ver con el ¡TE QUIEROOOOOOOOO! gritado a los cuatro vientos para que todo el mundo se de cuenta de que algo está pasando. Tampoco es un “te quiero” entrecomillado que pone en entredicho las palabras pronunciadas haciendo dudar de lo que realmente uno siente… sino que es un (((Te quiero))) entre paréntesis,  silencioso, casi imperceptible, que quiere ser pronunciado en la suavidad de  un susurro  que  conecta los corazones,  …que significa más allá de las palabras… porque quien habla es un sentimiento arraigado en lo más profundo de nuestro ser. 
... Un (((Te quiero)))  cuyo ambiente regular es la intimidad  sagrada de un hogar compartido donde el respeto y la admiración mutuos son el aire natural que se respira, el pan cotidiano que nos alimenta; 
... Un (((Te quiero))) que me recubre, a modo de barrera protectora de los vaivenes de la vida que me zarandea con sus múltiples dificultades; 
... Un (((Te quiero))) que me serena, me mantiene en  equilibrio y me armoniza conmigo misma, con los demás y con la vida.
... Un (((Te quiero))) que, cuando lo pronuncio desde la sinceridad que me caracteriza, sólo  desea transmitir la anchura y la profundidad del amor que siento.
... Un (((Te quiero))) que al ser pronunciado para mí me colma de felicidad y me hace pregustar la eternidad.


 ¿Qué puedo esperar de mi lunes cuando éste es su comienzo?
Pues....
...puedo esperar que termine con otro (((Te quiero)))... Y no sólo el lunes, también el martes, el miércoles, toda la semana, todo el año, el resto de mi vida.

...Y espero también que todas las personas del mundo puedan experimentar en algún momento de su vida, el regalo recíproco del amor.

(((Yo también te quiero)))