domingo, 28 de octubre de 2012

Fuego en estas cenizas...


Era diciembre y estaba allí, en un viaje relámpago. La visita de rigor no podía faltar, son las "matriarcas" de la familia y  es de "obligado cumplimiento" aunque el tiempo sea realmente escaso. Es todo un honor para mí el reencontrarme con ellas y con mi pasado, el recordar mi niñez ... retroceder en el tiempo,  treinta años atrás, cuando era niña.... y ensimismarme mirando al fuego, y perder la noción del tiempo. 
Todo era propicio: el fuego encendido calentando la casa, el ambiente tibio esperando a alcanzar el calor apropiado, a media luz... Fuera,  la lluvia caía pausadamente sin detenerse; el viento la hacía danzar en un baile tranquilo hasta posarla suavemente sobre la tierra húmeda preparada para el reposo... el silencio de la conversación, cuando ya no queda más que decir, después de repasar el pasado y recordar a los que ya no están, ... ¡bendito silencio!!!! ...Ese silencio vivido en compañía, rodeada de los tuyos, los que más quieres y más te quieren, sin condiciones, sencillamente porque son los tuyos, carne de tu carne y sangre de tu sangre... Ese es el silencio que a mi me gusta, como "silencio sinfónico" en tres tiempos, mucho pasado, justo presente y escaso futuro y  cuatro movimientos: el Allegro del reencuentro; el lento de las conversaciones centradas en su mayoría en las cadencias del pasado,  poco futuro porque los años no dan para mucho más, alternado en momentos puntuales con  un "scherzo" que rompe la intensidad de las conversaciones íntimas donde solo habla el corazón y la mente escucha, para acabar con el rondó del beso y abrazo de despedida siempre con el mismo estribillo final... "bueno, hasta siempre".... El fuego se ha casi consumido y en mi interior  me asalta la imagen.... "como la vida misma", la de ellas, incandescente toda su vida, irradiando luz y calor y ahora, cuando ya su misión la consideran cumplida, esperando tranquilamente el momento final en el que el fuego se apague totalmente... es algo así como la satisfacción del  "todo está cumplido" cuando su tarea en la vida la consideran bien hecha. Y doy gracias por ellas, por su ejemplo y por su vida, por formar parte de la mía.

viernes, 26 de octubre de 2012

Otoño...


Otoño... me gusta el otoño.... los colores cálidos, amarillos, ocres, rojos, marrones... me gusta la combinación lluvia-sol frecuentemente alterada por el viento... los días se empequeñecen, las noches se alargan... En la naturaleza todo se prepara para su largo sueño de invierno, placentero, reparador, que permita despertar en primavera con un nuevo estallido de alegría, de vitalidad, de color... 
En  otoño, los árboles permiten a sus hojas retornar al suelo y empezar un nuevo ciclo; el viento las acaricia y las lanza cual baile en plena fiesta de celebración.  Las ramas, exhiben su desnudez escuálida y grisácea con la pacífica espera de que la primavera las cubra de nuevo,... y mientras tanto, miran al cielo, gris también, a causa de las nubes plomizas que descargan  el chaparrón ante la mirada implorante de los niños que juegan en el parque, de los viejos que sumidos en el recuerdo de la recolección de la cosecha asoman la lágrima nostálgica de un pasado que se fue y no volverá, de un amor que, aunque limitado en el tiempo, perdura eterno en el corazón... porque en el otoño de la vida, la espera del invierno deviene pacífica, serena, tranquila, sosegada.... porque cuando se ha vivido y amado en plenitud el invierno no es más que la espera de una nueva primavera.

domingo, 21 de octubre de 2012

Un día gris...


... gris, sí, pero sólo atmosféricamente. Barcelona amanecía gris ayer por la mañana. Esta es la vista que pude contemplar desde la terraza de mi habitación. Todo gris. Niebla espesa que fue dando paso,  en el recorrer la aguja el reloj,  a un día inmensamente húmedo y pegajoso... Pero bien lo dice el refrán... "mañanita de niebla, tarde de paseo". Observo la  imagen y con la imaginación intento ir más allá de lo que se ve, intento llegar al horizonte con la mirada interior, porque aunque no se ve, está, existe.... Y me hace pensar en los "días grises" que, a veces, me invaden. Pocos, pero los hay... momentos de aminorar el ritmo, de ajustar el paso, ... pero de seguir caminando. Y contemplo la imagen de nuevo... ¡cuántas veces nos embelesamos con lo que tenemos delante, con lo que vemos, con lo inmediato... y nos olvidamos de mirar lejos, a lo profundo y contemplar lo que no se ve, lo que está (aunque velado)! Pero... ¡cuántas veces más nos olvidamos de mirar dentro, ...y buscarnos... y encontrarnos ... y buscarte, ... y encontrarte!!!

jueves, 18 de octubre de 2012

Contemplando la ola que viene... se estrella ... y pasa


Bate, mar, bate fuerte, no te detengas, no mires atrás, sigue tu camino en el calendario del tiempo... Empiezas siendo un movimiento insignificante y acabas en el gran tsunami que te envuelve y te mece con fuerza, te desinstala horadando tus raíces y dejándote en el aire... mar y aire... y al fondo... ambos se abrazan en el horizonte... Allí, donde la mirada inquisitiva no alcanza, donde la mirada contemplativa permanece.
¡Gracias mar, por dejarme intuir el horizonte!¡Por dejarme contemplar el amor!