"En la vida de algunas personas se producen enredos semejantes a los que se dan en las madejas de lana cuando se está confeccionando un jersey. Y ese enredo, producido por pequeñas incomprensiones, indelicadezas, cansancios, olvidos, cambios de estado de ánimo, aburrimiento, ... a veces rompe un largo discurso en donde habla más el corazón que la cabeza y en el que el estrépito y la fuerza de las palabras terminan siempre por discurrir por el cauce previsto (...)
Estas tempestades del alma de las que todos somos alguna vez sujetos activos o pasivos, no tienen mayor trascendencia de la que pueda tener una fuerte lluvia de verano. Lo importante es que nos coja a cubierto, sabiendo que lo verdaderamente importante es la próxima salida del sol, que para el alma será la alegría de reencontrarse sin ese peso dolorido que le impedía casi hasta la respiración física".
Del libro: La intimidad, p.158
Y cuando el enredo en la madeja es de tamaño tal que nos imposibilita continuar tejiendo es hora de hacer un alto en el camino, rendir un tributo a la paciencia, sentarse a un lado, coger el hilo con las manos y poco a poco, momento a momento, día a día, liberar el hilo para poder seguir tejiendo ...sólo es cuestión de tiempo.
O... "cortas por lo sano", haces un nudo chiquitito y sigues tejiendo.
ResponderEliminar¡Bendita paciencia!
Ummmm, Isa... Para mí el "cortar" es el último recurso.... Nunca se puede perder la esperanza... quién sabe... a lo mejor la vida nos sorprende de nuevo!!!
ResponderEliminarHola Isa y Mónica!!! He leido este post en un descanso de lectura de "El principito". Y os dejo un trocito que viene a cuento: Le dice la pequeña flor al principito... "Es preciso que soporte dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas.(...) En cuanto a los animales grandes, no les temo. Tengo mis garras. Y mostró ingenuamente sus cuatro espinas."
ResponderEliminar