SOÑAR… ¡Qué palabra más
bonita!, ¡Qué deseo tan inmenso!
Hace un tiempo era yo la que
proponía a un grupo de profesores que soñaran la educación del siglo XXI. Hoy
me propongo expresar por escrito mi sueño.
Sí, rotundamente sí, sueño con
otra educación… que otra educación es posible.
Pero… en realidad ¿hace falta
otro enfoque? ¿es necesaria otra orientación? ¿necesitamos ampliar el objetivo
de nuestra mirada?... Creo que sí, no sólo es necesaria sino que es urgente!!!
· Cuando una sociedad se instala en el conformismo o en la
queja continua del “que mal están las cosas”, cuando asiste pasiva al “dejar
hablar” de otros acunados por la des-información o la ignoracia, entonces…
sueño con una educación donde, desde la información verídida y el análisis
crítico de la realidad podamos ofrecer a nuestros alumnos un futuro alentador y
esperanzado, optimista y renovador, adaptado al mometo histórico que les ha
tocado vivir.
· Cuando en un sistema educativo la inteligencia de los
alumnos sólo se mide por su capacidad para razonar y resolver problemas
matemáticos teóricos o de comprender un texto escrito sacado de contexto y sin
relación con la vida y las dificultades de las personas, entonces… sueño con
otra educación donde se tenga en cuenta que cada persona tiene múltiples
inteligencias y que a lo largo de su escolarización obligatoria puede
desarrollarlas todas, porque todas son importantes, porque todas construyen y
enriquecen la persona.
· Cuando una entidad titular
o un equipo directivo no valora, apoya y aplaude las iniciativas metodológicas
creativas de sus profesores, no apuesta por la mejora y renovación continua de
sus centros, entonces… creo en una educación donde la titularidad o el equipo
directivo sea el motor del cambio, el impulsor de la renovación y el abanderado de una revolución educativa.
· Cuando un colegio está sometido a horarios rígidos y de
obligado cumplimiento sin un margen mínimo de autonomía responsable, entonces…
sueño con otra educación donde partiendo de la responsabilidad, la profesionalidad y la vocación docente, los
alumnos pudiesen diseñar su propio
horario semanal a partir de una diversidad de ciencias de estudio que puedan ir
conformando en cada uno su red de conocimientos propios que les permita desarrollar
armóniamente toda su persona.
· Cuando el cuerpo docente está tan sometido a descalificaciones continuas desde los distintos sectores de la
sociedad, entonces… sueño con una educación donde los docentes son respetados por su trabajo
diario, su profesionalidad intachable y su vocación probada.
· Cuando los alumnos que pueblan nuestras aulas, entran por
la mañana con cara de aburrimiento, desgana por aprender desinterés permanente y
desmotivación crónica, entonces… sueño con unos alumnos hambrientos de saber,
ilusionados por aprender cosas nuevas, inquietos por investigar y dar respuesta
a preguntas que ellos mismos se formulan, responsables ante su trabajo y
consecuentes con sus resultados.
· Cuando los padres de nuestros alumnos se precipitan en
rechazar y obstaculizar los cambios (por
otra parte tan necesarios) que se están produciendo en los centros educativos, entonces…
sueño con familias que deciden el
colegio donde sus hijos pasarán gran parte de sus vidas desde la
responsabilidad personal, la intuición de haber elegido lo mejor y el respeto
al trabajo de los profesionales en los que han depositado su tesoro más valioso, sus hijos.
· … Y puedo seguir soñando!…
Sueño con una sociedad en la
que uno de sus máximos valores está puesto en un sistema educativo óptimo como legado
de futuro para sus ciudadanos; sueño con una educación que no está
sujeta a los caprichos del partido político de turno, una educación desde donde se prioriza la persona, su desarrollo armónico y su felicidad,
donde la adquisición de conocimientos es propuesta pero no impuesta, es
concreta pero no cerrada, es clara pero flexible; donde importa mucho más el
proceso que el resultado final; donde la evaluación no registra lo que “vales”
sino lo que “eres”; sueño con un colegio adaptado a los nuevos tiempos, sin
barreras arquitectónicas, ideológicas, religiosas, económicas … o de cualquier otro tipo, que apuesta por una educación integral y para todos, donde todos tengan
las mismas posibilidades; sueño con un colegio donde todos los que forman parte
de él se sientan “como en casa”, compartiendo la ilusión por aprender, conocer
cosas nuevas, enseñar y compartir conocimientos, donde se vivan valores como el
respeto hacia los demás, la responsabilidad ante el trabajo bien hecho, el sentido del deber, la autonomía personal,
el trabajo cooperativo, ...
Podría seguir soñando… dicen que los sueños, sueños
son, … pero yo creo que algunos sueños se hacen realidad… al menos, esa
es mi esperanza.
Porque como dice la canción: "Basta andare sempre dove porta il cuore per cambiare i sogni nelle cose vere"