miércoles, 1 de mayo de 2013
¿Qué hay en tu fondo de ALMARIO?
Cuando llega el cambio de estación suele haber también lo que los estilistas y "personal shopper" llaman cambio de fondo de armario. Y no voy a entrar en distinción de géneros porque cada vez es más frecuente en ambos.
Un cambio de armario conlleva revisar la ropa, calzado y complementos del año anterior y ver lo que ya ha pasado de moda, lo que no se lleva desde hace años y sigues conservando, lo que está viejo pero guardas con cariño y lo que no quieres porque sencillamente ha dejado de gustarte.
Si por casualidad os interesa el tema, os invito a que hagáis un recorrido rápido por la red y observaréis que existen cantidad de páginas, blogs y demás, ofreciendo los mejores consejos, paso por paso, para llevar a cabo dicha encomienda con éxito. Esto es un ejemplo:
1. Aprovechar para deshacerse de prendas
2. Hacer un inventario con las prendas que guardemos.
3. Doblar bien la ropa para que no adopte formas ni dobleces extrañas
4. Embalar bien par que no se estropee.
5. Las prendas largas, mejor colgadas de perchas con botones y cremalleras abrochados. Protegerlos con fundas.
6. El calzado, mejor guardado individualmente.
Y yo me pregunto ... bueno... y todo esto ¿para qué?. En el armario guardamos una parte importante de lo que afecta a nuestro aspecto externo. Cómo nos vestimos, cómo nos movemos, forma parte de nuestra personalidad. Es, de alguna manera, cómo queremos mostrarnos al mundo, cómo queremos que los demás nos perciban, cómo queremos resaltar nuestro "ser único".
Sin embargo, es bien sabido por todos que la personalidad no se agota en la imagen externa, diría más, a mi pobre entender, la imagen externa es la punta del iceberg de nuestro gran mundo interior. Y ¡eso es lo que realmente nos diferencia y nos hace únicos!!!: Lo que hay en nuestro fondo de "ALMARIO".
Y lo que hay dentro de las personas no es siempre lo mismo, ni en cantidad ni en calidad. Todas las personas no valen lo mismo por dentro. En las almas ocurre como en los armarios, las hay vacías y llenas, que guardan objetos de valor o meras baratijas, limpias y sucias, ordenadas y desordenadas, ... las hay de todas clases y de los colores más variopintos: hay almas grisáceas, en blanco y negro, con colores pastel o tonos armónicos, contrastes estridentes... también hay almas sin color.
Y, como en los armarios, no estaría de más hacer también, de vez en cuando, cambio, o mejor, limpieza, en el fondo de nuestro almario. Siempre es bueno hacer inventario de nuestras mejores intenciones, despertar los sentimientos dormidos, recuperar las emociones olvidadas, verificar las heridas curadas, remover los silencios pesados, revivir los recuerdos entrañables, alimentar las esperanzas truncadas, desterrar los comportamientos agresivos, mejorar las relaciones superficiales, ...
De vez en cuando... quizá muy de vez en cuando, es bueno revisar nuestro fondo de aLmario. Eso sí, cada uno el suyo. Aquí no sirve que otros lo hagan por ti.
Y tú... ¿Has pensado alguna vez que hay en tu fondo de ALMARIO?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario