Me llama la atención las veces que la vida me sorprende en el vivir diario haciendo que me detenga un instante y reflexione una vez más sobre los pasos dados, los amores vividos, las ilusiones perdidas, las experiencias acumuladas... y es como si.... pretendiese evaluarlas de nuevo preguntándome por qué no ha podido ser de otra manera, dónde me he equivocado...
... Y me ha vuelto a pasar la semana pasada. Estaba en clase de lengua con mis alumnos de 6º. El ejercicio que estábamos trabajando consistía en buscar el significado de algunas palabras, un sinónimo y un antónimo. Y le llega el turno a "rescoldo". Me sorprendo porque no saben lo que significa, ¡no saben lo que es un rescoldo!
Significado: Brasa pequeña que se conserva entre la ceniza. Antaño el fuego era un elemento muy común en todas las casas, pues se hacía la comida en la lumbre, en la chimenea que solía haber en la cocina. Resto de un sentimiento.
... En realidad, me detengo a pensarlo... ¡tampoco tienen por qué saberlo! pues quizá nunca han visto uno, ... por tanto, esa imagen del fuego incandescente que con el tiempo en calma se va apagando poco a poco, lentamente, hasta convertirse en rescoldos y luego en cenizas, no forma parte de su imaginario personal. Y ... ni que decir tiene que si no funciona como imagen real menos como metáfora de sentimiento alguno. ¡Qué difícil es explicar las cosas a otros cuando no hay experiencias previas!!!!. Y, sin embargo, qué fácil resulta detener el tiempo en esos fuegos pasados y deleitarse una vez más en el sentimiento vivido.
Si, siempre quedan rescoldos, y a vida me sorprende de vez en cuando removiendo las cenizas y avivando los rescoldos, pero son rescoldos del agradecimiento, de la ilusión, de la sinceridad, del cariño, del respeto, ... esos que, cuando se avive el fuego de nuevo resurja con él la llama del sentimiento limpio, puro, transparente, sincero, auténtico...
Ciertamente, qué maravilla de sabiduría popular condensada en refranero español... porque bien cierto es... "Donde hubo fuego siempre quedan rescoldos"... y yo me atrevo a decir más... ¡benditos rescoldos que no permiten que el fuego se apague!!!